Al sudeste de la Provincia de la Catamarca, dónde todavía se encuentran algunas zonas de monte no exploradas por el hombre se encuentra la pequeña localidad de Sumampa. Dueña de la serenidad que caracteriza a las pequeñas localidades del noroeste se alza entre montañas bajas, ríos serpenteantes y todo el encanto de la naturaleza.

“Hermosa”, como indica su nombre en lengua aborigen, invita a deleitarse con exquisitos paisajes ondulantes y accidentados. Con postales diversas, pero siempre emocionante, se transforma en un lugar ideal para los amantes de las actividades al aire libre y que permiten respirar el abundante aire puro de la región.

Su gente y sus costumbres son otro de los tesoros que cobija este rincón: cordialidad y sencillez es lo que le sobra a este destino turístico. Fiestas populares y religiosas; campesinos tapizando la tierra con hortalizas; obreros construyendo ladrillos, son algunas de sus manifestaciones más autóctonas.

Pero aquí no se agotan sus atractivos, a escasos kilómetros del majestuoso Dique Sumampa cuenta con un gran espejo de agua para deleitarse con un día de pesca o la práctica de deportes náuticos.