Portal del Cerro Champaquí, Capital del Senderismo, Villa de Las Rosas es uno de los puntos más bonitos del Circuito de Traslasierra, ideal para deleitarse en familia en cualquier época del año.
Villa de Las Rosas custodia celosamente el camino más corto de ascenso al Cerro Champaquí -el más alto de todo Traslasierra-, y ofrece diversas alternativas para disfrutar entre las montañas de la templanza serrana o del vértigo en la práctica de deportes de riesgo. Otro privilegio natural son las aguas mineralizadas que surcan su territorio desembocando en el Balneario Guasmara, cuya transparencia y frescura constituyen una invitación irrecusable para el veraneo familiar.

Ondulaciones, valles y un microclima templado hacen de Villa de Las Rosas el lugar perfecto dónde vencer al estrés, y suman gracia a su imagen de punto de comunicación estratégico entre las pintorescas poblaciones regionales, a partir de lo cual los visitantes consiguen acceder a los atractivos de gran parte del circuito.


Caminatas por el trayecto que une El Pueblito con El Valle; cabalgatas y excursiones hacia el prestigioso cerro; remo y canotaje en el Dique Sub-Nivelador -un lago producto de las arterias de riego de la zona agrícola-; esparcimiento en los arroyos cristalinos de Los Molles y Las Chacras; integran el nutrido itinerario de Villa de Las Rosas que no se agota en ellos.

El Balneario Casa de Piedra es otro de los atractivos refrescantes de Villa de Las Rosas. Bañado por diáfanos arroyos, y dueño de un importante legado cultural indígena, este fabuloso balneario cuenta con todos los servicios necesarios para hacer del día una jornada inolvidable.

Paradisíacos paisajes naturales, artesanías distintivas de la zona, tranquilidad, purificación y sano entretenimiento, es sólo un adelanto de lo mucho que podrá encontrar en este paraje de fantasía.


Historia de Villa de Las Rosas
Territorio de los Comechingones, de quienes se conserva aún la memoria del mítico cacique Guasmará, el paraje era conocido con el nombre de “Las Rosas” ya desde 1762, a raíz de la abundancia de rosas silvestres que florecían en el lugar.

También se lo llamó “Las Rosas del Carmen”, una vez entronizada la imagen de la Virgen del Carmen en la reluciente Iglesia Parroquial inaugurada en 1886.

Villa de Las Rosas adquiriría la categoría de Municipalidad en 1897.