A sólo 30 kilómetros de Bariloche, y transitando por la mítica Ruta Nacional Nº 40, la Villa Lago Marcardi se hace presente para regalar una experiencia única durante el tiempo de descanso. Rodeada de un extenso espejo de agua, resulta un sitio ideal para quienes buscan tranquilidad y naturaleza pura en su máxima expresión.
Montañas que se dibujan sobre el horizonte se combinan con ese verde intenso de los bosques patagónicos, y resultan coronadas por un cielo azul que parece duplicarse al admirar las aguas del Lago Mascardi. Este espejo de agua presenta una forma de “V”, extendiendo uno de sus brazos hacia el Cerro Catedral y el otro hacía el Cerro Tronador. Sus 23 kilómetros de extensión tientan a todos sus visitantes con propuestas que permiten recorrerlo y disfrutarlo con todos los sentidos.
Desde la Villa se pueden realizar excursiones para descubrir las bellezas que atesora la región: ríos, lagos más pequeños, cerros imponentes, mágicas cascadas y paisajes que enamoran, son algunas de las sorpresas que aguardan a quienes lleguen a estas latitudes de la Patagonia Argentina.
Gastronomía, actividades recreativas, turismo alternativo etc.
A pocos minutos, la ciudad de Bariloche y su infraestructura de servicios se suman a esta propuesta turística para hacerla aún más atractiva. Restaurantes, bares y almacenes de productos regionales invitan a deleitarse con las exquisiteces que ofrece la gastronomía local; las noches suman alternativas para la diversión, brindando opciones para todas edades; y si de aventura se trata, los deportes invernales están a la orden del día para asegurar una experiencia fascinante.
Y hay más, quienes prefieran el contacto directo con la naturaleza podrán optar entre múltiples actividades como caminatas, rafting, canotaje, canopy, escalada, buceo, entre muchas otras igual de interesantes.