Refugio de vida silvestre cuyo objetivo es preservar la naturaleza característica, así como el testimonio pictográfico plasmado en las cuevas del lugar hace aproximadamente 8 mil años por las diferentes culturas que habitaron el Valle de Calingasta. Conformado por un oasis de río y montaña, Los Morrillos es hábitat de una espectacular flora y fauna autóctona, y resguarda dentro de su extensión pinturas rupestres, petroglifos, restos de fogones y 17 momias, convirtiéndose en un atractivo ineludible del circuito.
Se sitúa a escasos kilómetros hacia el oeste de Barreal.