Paraje pleno de naturaleza contrastante con la aridez típica de la región, habría sido en la época de la colonia una finca integrada por un importante molino harinero cuyo funcionamiento dependía de la fuerza del agua que bajaba del cerro canalizada por una acequia.
En la actualidad, el lugar aparece como un pintoresco espacio ideal para el camping, las actividades recreativas en pleno contacto con la naturaleza, y la vivencia de sensaciones inesperadas.
Emplazado hacia el norte de la ciudad de Belén, se accede a él partiendo por calle Urquiza.