Nacida en la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, esta isla debe su nombre a la existencia en el lugar de un pequeño cerro de apenas 18 metros de altura, en la cima del cual se halla la Capilla Virgen del Pilar.
Enclavada en un marco paisajístico único e incomparable, presenta en su extensión innumerables cursos de agua que sirven de hábitat a la gran variedad de especies de flora y fauna, atrayendo a multitudes de turistas ansiosos por fotografiar sus bellezas y disfrutar de sus virtudes naturales.
Fue paraguaya, luego brasilera, hasta que finalmente pasó a formar parte del territorio argentino. A fines del Siglo XIX ofició de capital del Territorio Nacional del Chaco, convirtiéndose tiempo después en un Centro para Enfermos del Mal de Hansen. Pero sus atributos naturales e históricos ganaron la batalla logrando posicionarla como uno de los más importantes íconos turísticos de la provincia y la región.
Erguida a 54 kilómetros de la ciudad de Resistencia, se accede a ella por Ruta Nicolás Avellaneda, tomando luego por RP 63 a Antequera, y desde allí 41Km. por camino enripiado.
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