Constituida como vía de paso entre Argentina y Paraguay, Clorinda conserva una magnífica diversidad cultural, alimentada además por las costumbres de las colonias inmigrantes que la poblaron desde sus orígenes. Multiplicidad étnica, belleza paisajística, propuestas recreativas, este pedacito casi caído de la provincia seduce a vivir unas vacaciones indudablemente distintas.
Conglomerado heterogéneo de nacionalidades y caracteres, Clorinda aparece ante los apasionados por la cultura como un sitio ideal dónde experimentar el choque de tradiciones y aprender sobre el respeto del otro como diferente, completándose este atractivo con una visita al museo donde los indios Tobas producen y exhiben sus artesanías, revelando sus técnicas y haciendo partícipes de sus tradiciones a los visitantes.