Este templo, atesora en sus cimientos, los testimonios de las devastadoras inundaciones provocadas por el, ahora acallado, arroyo de La Cañada.
Las obras que posibilitaron su construcción, se iniciaron gracias a Olegario Correa en 1857 y se inauguró en 1861 sufriendo luego varias modificaciones.
Los hermanos kánepa, fueron los encargados de llevar adelante la construcción de la Basílica. Lograron reflejar la intensidad de su arquitectura, vinculando diversos elementos. Su fachada es simple, con características renacentistas, mientras que las cúpulas tienen un revestimiento de cerámica, donado por el entonces presidente argentino Justo J. De Urquiza.
Aquello que hace realmente especial a esta Iglesia, es la Virgen alojada en el Camarín, ella es la patrona de la Arquidiócesis de Córdoba: Nuestra Señora del Rosario del Milagro.