A 11 kilómetros de El Calafate, allí dónde los paisajes sureños regalan sus mejores postales, los deportes invernales encuentran un lugar único para su desarrollo. Se trata de la Hoya del Chingue, un accidente geográfico en la montaña que funciona como recolector natural de nieve y se transforma en un escenario ideal para los amantes de la adrenalina.
Sobre este relieve con desniveles se alza el Parque Municipal de Nieve, un lugar imperdible para los visitantes que lleguen ansiosos por la práctica del esquí.
Este centro se extiende por tres kilómetros, exponiendo dos pistas intermedias; una difícil y otra dedicada a la modalidad extremo, colmando las expectativas de todos sus visitantes. También cuenta con una escuela de esquí para niños en la que los más pequeños aprenden los secretos de esta actividad.
Ubicado a 1280 metros de altura, su acceso está mediado por una aerosilla que llega hasta la cima y permite admirar hermosas vistas panorámicas del cristalino Lago Argentino. Dentro del predio se pueden alquilar equipos y disfrutar de una confitería y un restaurante.