Lugar único y apasionante, la Plaza de La Aguada es un homenaje del pueblo de Icaño a las culturas aborígenes que habitaron esta región de la Provincia de Catamarca. En el centro, una fuente de agua forma semicírculos con chorros cristalinos; rodeándola, cuatro ranas de granito le arrojan otros chorros. Recorriendo las esquinas, en cada una se puede observar una pictografía diferente que representa un elemento de la naturaleza.
Comunicando los dibujos autóctonos con la fuente de agua, senderos serpenteantes se ubican entre grandes arboledas, jardines, farolas y bancos que permiten admirar cómodamente todo el diseño.