Inagotable, colmada de sorpresas y con opciones que satisfacen a toda la familia, la localidad de Icaño impacta con el respeto por sus tradiciones aborígenes y el encanto de sus paisajes naturales.

Ubicada a 15 kilómetros del dique Montegasta, convoca a los pescadores ansiosos por capturar los grandes ejemplares de pejerrey que circulan por sus aguas. Pero esta no es la única alternativa para los amantes del ambiente verde: el camping municipal ofrece a los visitantes un gran predio con diversos atractivos. El verano permite refrescarse en sus piletas; el puente colgante invita a atravesar el río y descubrir otras postales a través de una agradable caminata.

Rodeado de un entono agreste, las cabalgatas prometen un paseo inolvidable durante los atardeceres; la tirolesa promete divertir a grandes y chicos; quienes busquen aventura y adrenalina podrán deleitarse con deportes como rapel y escalada en roca.

El trekking resulta ideal para descubrir uno de los tesoros más preciados de la región: los petroglifos de La Toma y La Refalosa. El apasionante arte rupestre se ubica sobre las últimas estribaciones de la Sierra de Ancasti, donde se descubren las grandes pictografías que ornamentan las rocas. Durante el recorrido también se podrá encontrar restos de morteros y otros vestigios de las culturas originarias.

Todo esto y mucho más encontrarán los turistas que se decidan por este rincón del noroeste argentino, que es el portal de ingreso a la maravillosa Provincia de Catamarca.