Recorriendo unos kilómetros desde la ciudad de La Falda, las hermosas Cascadas de Oláen esperan ser descubiertas. Capaces de encantar con su belleza a quienes las admiran, aparecen sobre un quiebre del afloramiento rocoso que hace que las aguas se lancen estrepitosamente desde las alturas para formar una cortina blanca continua que se divide en tres majestuosos saltos. El verde de la vegetación circundante, la cristalinidad de las aguas, y la rusticidad de las formaciones pétreas, conforman una postal única que vale la pena conocer.