Cargadas de historia, huellas, ruinas y misterio, Famatina y las localidades que acompañan su recorrido conservan en su pintoresco territorio un conjunto de yacimientos explotados desde tiempos inmemorables arrogándose la calificación de Centro Minero de la Provincia. Prueba de la significativa importancia de esta zona para la minería son las prominencias y entrañas del cerro donde se ubica Mina La Mejicana, las cuales yacen atravesadas por numerosas vetas de oro, plata y piritas cobrizas. Tal es su tradición, que aún hoy es posible hallar ilusionados “lavadores de oro” en la zona de Playa Amarilla, Playa Ramplones y Mariposa de Oro.
Otro apasionante punto de esta misma línea es el Totoral, un establecimiento minero utilizado ya por los aborígenes y que funcionó hasta principios de siglo. Actualmente en ruinas, exhibe sus torres y abundantes residuos de las explotaciones diaguitas.
Es válido mencionar también el yacimiento arqueológico Cerro Negro-Cuestecillas situado entre Chañarmuyo y Pituil. Por su parte, el Parque Diaguita, ubicado entre el pequeño paraje de Campanas y Santa Cruz, concentra un grupo de petroglifos indígenas, pudiendo observarse en sus cercanías vestigios del milenario Camino del Inca, trazado entre el Perú y las minas del Famatina.