Localidad acariciada por el arrullo del mar, Marisol es un encantador destino para disfrutar durante todo el año. Sus amplias playas son sólo una de las sorpresas con las que este destino recibe a sus visitantes.
El Río Quequén Salado se vuelca en el mar muy cerca de la localidad, pero antes recorre la llanura formando importantes barrancas por las que el agua se arroja. La Cascada Mulpunleufú es la caída más importante, con tres metros de altura y 160 metros de ancho ya que se sitúa paralela al río. Es un espectáculo obligado de admirar si transita por esta región del sur bonaerense.
Dejando atrás la majestuosa cascada recién disfrutada, a sólo un kilómetro, la Cueva del Tigre se esconde en una barranca de piedra entre leyendas que despiertan misterio y curiosidad. Su nombre se debe a un antiguo cuatrero que vivió allí y a quién llamaban “El Tigre del Quequén”. Además de ésta existen otras cuevas en la región.
Sobre el curso de agua también se pueden visitar los restos del antiguo Puente destruido en 1919 por una gran creciente y el Puente Nuevo, construido en 1962, desde el que se puede observar una cascada y las frondosas arboledas de pinos y eucaliptos que lo rodean.