Ocupando una esquina, la Ex Casa Graffigna sorprende con su imponente y conservada arquitectura. Esta vivienda se presenta como un chalet de dos plantas, en el cual sobresale un mirador con falsa cúpula tipo mansarda que se ubica en la ochava.
Este detalle apoya en cuatro columnas jónicas que delimitan el porche de acceso.
La planta baja se halla ligeramente sobreelevada, y el cierre frontal está dado por una reja de carácter modernista.
En la decoración y ornamentación se manifiestan distintas corrientes antiacadémicas de la época: así se pueden encontrar frisos floreales, cabezas femeninas a modo de clave en las aberturas de planta alta, y rejas modernistas. La asimetría, la concepción espacial del hall y el mirador son características propias del art nouveau.
Fue construida por Romualdo Gobbi, en 1910.