La Fiesta Nacional de la Vendimia es uno de los eventos que identifica plenamente a Mendoza. Es una celebración que convoca a miles de lugareños y visitantes para disfrutar de espectáculos artísticos de primer nivel, pero también un homenaje a los trabajadores que día a día se esmeran por obtener las mejores uvas y vinos del país.
Con más de 70 ediciones, este gran evento tiene sus orígenes en las reuniones que se realizaban para festejar la finalización de la época de cosecha. Con bailes, cantos, y la coronación de la joven más bonita con racimos de uvas y hojas de vid, se agradecía por los frutos que la tierra brindaba. El año 1936 es el que marca el inicio de este ritual mendocino que crece cada año.
La Fiesta se desarrolla en un sitio emblemático, rodeado de bellas postales serranas: el Teatro Griego Frank Romero Day. Allí, un escenario imponente se colma de luces y colores para recibir a numerosos artistas, que deleitarán a las más de 30.000 personas que colman las gradas.
Cada una de las noches regala una cartelera apasionante que incluye majestuosos fuegos artificiales y atrapantes aperturas a cargo de los ballets locales e invitados. Durante la última gala se desarrolla la elección de la reina, que representará a la provincia durante todo el año.
Y hay más: a lo largo del día el visitante podrá participar de los actos protocolares; admirar el Carrusel, un desfile de carrozas alegóricas que evocan el amor de esta gente por la cultura vitivinícola; acompañar el paseo de las reinas por las calles de la ciudad, conocido como Vía Blanca; y deleitarse con muchas actividades más igual de atrapantes.
