Ciudad oasis, Mendoza se ubica al pie de la Cordillera de Los Andes, atrayendo turistas de las más diversas procedencias hacia sus tentadoras y variadas propuestas. Característicamente limpia, paisajística y cultural, la capital mendocina ha sabido superar su aridez natural convirtiéndose en un atractivo destino turístico.
Un sistema de riego, consistente en una red de acequias de 500Kms., recorre el trazado urbano de Mendoza posibilitando la existencia de enormes plazas arboladas que colman de verdes toda su extensión. La Plaza Independencia, principal pulmón de la ciudad diseñado luego del terremoto de 1861, y sus cuatro plazas equidistantes, conforman un relajante circuito a través del cual aflora la historia local. Vegetación, fuentes de agua, monumentos, museos, teatros al aire libre, ferias artesanales y un gran movimiento social, la vida mendocina transcurre entre una y otra plaza.
Mendoza funciona, además, como punto de partida en el itinerario de turismo aventura ofreciendo variados circuitos dónde despertar la adrenalina con la práctica de trekking, rafting y montañismo, entre otras actividades desafiantes. Safaris fotográficos en magníficos paisajes, paseos por montañas nevadas, increíbles vistas panorámicas, perfeccionan la oferta sin agotarla ni mucho menos.
Con un clima agradable, templado y con lluvias moderadas, el territorio mendocino permite disfrutar tanto de los veranos soleados como de los inviernos cubiertos de nieve, valiéndose de las variadas alternativas que lo tornan acogedor y entretenido en cualquiera de las estaciones del año: espejos de agua, ríos, reservas naturales, termas, centros de esquí, son sólo algunas de ellas.
Frescura de verdes, cumbres nevadas, cielos diáfanos y las mejores opciones recreativas, Mendoza lo espera para vivir momentos incomparables que nunca podrá olvidar.