San Rafael exhibe un catálogo de paisajes en el que faltan muy pocas de las expresiones que la naturaleza ha sabido concretar en el mundo: sierras, montañas, cordillera, ríos, lagos, oasis, variada vegetación, y hasta espacios desérticos se extienden dentro de sus límites, confluyen en este rincón mendocino.
Esta excelsa belleza natural, sumada a todos los servicios y comodidades, ha permitido a la ciudad crecer vertiginosamente en materia turística, convirtiéndola en uno de los destinos imperdibles de la provincia de Mendoza.
Paseos paisajísticos y culturales, casinos y centros de entretenimiento de primer nivel, actividades deportivas y de aventura, alternativas comerciales, y cocina regional acompañada por los mejores vinos, San Rafael brinda opciones a los turistas de todas las edades y preferencias. Dentro de su núcleo territorial, el Museo Histórico Militar permite iniciar el recorrido por esta apasionante ciudad mendocina conociendo su historia y sus forjadores, para luego adentrarse en sus magníficos paisajes y disfrutar de unas vacaciones plenas de sensaciones y experiencias.
El Parque Hipólito Yrigoyen es la primera muestra de la variedad sanrafaelina. Desde espacios de recreación hasta eventos culturales, el parque luce en su predio el Anfiteatro Chacho Santa Cruz, escenario de la Fiesta Nacional de la Vendimia, conjugando bellezas arquitectónicas, coloridos bailes y el sabor de sus distinguidos vinos. Pero si de tradición viñatera se trata, San Rafael conduce a los turistas por un prometedor Caminos del vino recorriendo zonas rurales, perfumados viñedos y prestigiosas bodegas, en las cuales el mayor atractivo lo constituyen las exquisitas degustaciones.
Diversas excursiones guiadas invitan a recorrer la geografía de San Rafael a través de un encantador circuito turístico. Comenzando por la Villa 25 de Mayo, eterno reservorio del pasado local; pasando luego una agradable jornada en Los Reyunos, lugar de deleite tanto por su tranquilidad como por la práctica de deportes náuticos en sus destacados diques; se desemboca posteriormente en El Sosneado, un espacio que permite disfrutar de una vista panorámica incomparable y aventurarse por su territorio en interesantes expediciones.
El Cañón del Atuel, atractivo de ensueño consistente en un accidente geográfico ornamentado con majestuosas figuras talladas por la propia naturaleza, invita a continuar el recorrido por Valle Grande, el dique El Nihuil y la villa homónima, y otros desafiantes paisajes que, además de su hermosura, ofrecen a los visitantes la más amplia gama de opciones en lo que a turismo de aventura se refiere.