Sumándose a las construcciones religiosas que ostentan un gran valor arquitectónico e histórico, el Templo Nuestra Señora de la Merced regala un edificio con una gran cúpula revestida en azulejos de colores marinos, sobre la que se encuentra una linterna de características ornamentales que remata en una cruz.
Muestra una planta basilical de tres naves y una fachada principal en ladrillo con tres pórticos en medio punto en correspondencia con cada una de las naves. Tres cupulines completan la volumetría exterior.
Es un edificio de escala monumental por sus dimensiones y características formales. Data de 1898/1908 y fue ideada por la Orden Mercedaria y Víctor Barabino.