Ubicada sobre la imponente cordillera de los Andes, donde los aires chilenos comienzan a sentirse; Moquehue despierta una agradable sensación de relax porque sus paisajes son una perfecta obra de la naturaleza que se brinda sin restricciones para el deleite de sus visitantes.

Tradiciones y costumbres que rescatan las raíces de las comunidades de montaña se pueden disfrutar de la mano de la gastronomía: el irresistible cordero patagónico; el chivito y los platos elaborados con las mejores truchas son una tentación para el paladar. Pero el turista no se puede ir sin probar el alfajor que los lugareños elaboran con la harina del fruto del pehuén, árbol abundante en la región.

El maravilloso Lago Moquehue, ubicado a muy pocos kilómetros de la localidad, ofrece una versatilidad de postales capaces de hechizar a quienes las admiren: playas agrestes que se entremezclan con formaciones rocosas y la vegetación autóctona invitan a recorrerlas a través del trekking; sus aguas turquesas sorprenden con el reflejo de la costa incrementando su belleza natural y convocando a los amantes de la pesca y a quienes gusten de la navegación a vela.

Además, se pueden emprender apacibles caminatas; aventurarse ente araucarias, lengas y ñires con la tirolesa; conocer la vida de la comunidad mapuche que habita su orilla este; cualquiera de las opciones se torna atractiva en este paraíso neuquino.