Tierra de aborígenes que se resistían a la conquista, la región de lo que hoy se conoce como Neuquén fue escenario de una expedición militar encargada por el Gobernador General Juan M. de Rosas en 1833.
Pero aún habría que esperar los desenlaces en 1879 de la Conquista del Desierto, dirigida por el General Julio A. Roca, para que, habiendo sido sometidos los indígenas, el territorio neuquino se incorporara definitivamente a la Nación Argentina.
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El primer gobernador de la región sería el Coronel Manuel José Olascoaga, quien sentaría las bases de la organización. Sin embargo, la división del territorio en departamentos y la decisión de trasladar la ciudad capital desde Chos Malal hasta el paraje Confluencia, se concretarían recién a principios del Siglo XX, bajo la gobernación de Don Carlos Bouquet Roldán.
A partir del traslado, este magnífico espacio geográfico pasaría a conocerse con el nombre de Neuquén.
