Con su paisaje magnífico, su simbolismo histórico y su función como protector faunístico, Cabo Vírgenes se alza en un promontorio sobre el Atlántico Sur. Allí, desde lo alto y casi al borde de los acantilados, un faro ejerce su dominio lanzando luz a gran distancia y señalando este accidente geográfico.
A poca distancia, la Reserva Faunística Provincial Cabo Vírgenes protege la segunda colonia de pingüinos patagónicos más numerosa del país. Se trata de 90.000 parejas reproductivas que viven allí de octubre a abril nidificando bajo los arbustos cercanos a la playa. También pueden observarse en la zona cormoranes cuello negro y algunos pingüinos imperiales.
Bautizado tras la expedición en la que Magallanes ingresó al estrecho que hoy lleva su nombre, Cabo Vírgenes es testigo del Kilómetro 0 de la Ruta Nacional Nº 40, que a partir de aquí recorre toda clase de paisajes y culturas hasta alcanzar la frontera con Bolivia.
A escasa distancia de Cabo Vírgenes puede visitarse el cementerio donde yacen los restos de casi 200 pioneros que, tras asentarse en 1584 en la recién fundada colonia española Nombre de Jesús, fenecieron ante la crudeza del invierno y la falta de alimentos, quedando el sitio desierto.
Cabo Vírgenes se encuentra a 126 Kilómetros de Río Gallegos. El recorrido se inicia desde la ciudad por Ruta Nacional Nº 3, para luego girar a la izquierda tomando Ruta Provincial Nº 1 y transitando por ella hasta llegar a destino.
Advertencia: tomar recaudos previos al viaje, ya que el trayecto no cuenta con servicios ni combustible.