Las aguas del río Gallegos golpean las costas de la ciudad incitando al disfrute pleno de los atractivos que engalanan a la capital de la provincia de Santa Cruz. Mixtura de río y mar, paisajes deslumbrantes, combinación de naturaleza y cultura, calles escritas de historia, serenidad y silencio; Río Gallegos es más que una alternativa relajante, es el destino turístico del descanso y la satisfacción.
Imagen - Gentileza de la Secretaría de Turismo de Santa Cruz
Iniciando la travesía en el núcleo urbano, la ciudad de Río Gallegos extiende orgullosa sus múltiples y variados museos protectores del pasado, el arte y las tradiciones. Monumentos, paseos conmemorativos, sitios de importancia, la historia también ha dejado sus huellas, y el visitante las hallará a cada paso. Pero un poco más allá, donde la Costanera cautiva las miradas y domina las sensaciones, la cultura pareciera desembocar en el río provocando una extraña composición que, a partir de aquí, tentará al turista a descubrir en cada paisaje los secretos del ayer y la realidad del hoy.
Contemplación de las maravillas naturales; avistaje de pingüinos, gaviotas y cormoranes; práctica de pesca deportiva de codiciados ejemplares marítimos; Punta Loyola es más de un atractivo a la vez, y es una opción que nadie se resiste a conocer. Otro espacio de encanto semejante es la volcánica Laguna Azul, sin embargo habrá que haber llegado hasta Cabo Vírgenes para creer haberlo visto todo.
Imagen - Gentileza de la Secretaría de Turismo de Santa Cruz
Paisaje magnífico, simbolismo histórico, resguardo de miles de pingüinos, Cabo Vírgenes es la excursión por excelencia de la ciudad de Río Gallegos, tanto como la pesca es su máxima actividad. Y porque en Río Gallegos todo tiene relación con todo, entre las Estancias Rurales -su otro aspecto turístico de importancia- también aparecen centros de pesca. Es el caso de Güer Aike; mientras Hill Station se especializa en cabalgatas y equitación; y Monte Dinero ofrece la posibilidad de conocer y participar de las tareas de campo.