Desplegando toda la belleza que la naturaleza puede regalar, la ciudad de San Isidro es un destino apasionante para quienes deseen descubrir el noroeste argentino, maravillarse con los encantos de la montaña, y practicar actividades colmadas de aventura.

Ondulaciones que de elevan y descienden tientan a desafiar el relieve con diferentes actividades: el trekking se impone para recorrer las laderas; los caminos sinuosos que recorren la montaña y bordean la zona de acantilados resultan imperdibles en una travesía 4 x 4; hacer cumbre en algunas de las sierras más altas será un momento emocionante que sólo el montañismo brindará. Una vista incomparable del paisaje se obtiene desde el aire, en parapente o aladelta, acompañando el vuelo de los cóndores.

Si el visitante prefiere opciones más relajadas puede emprender caminatas por el valle admirando los colores de los floridos lapachos, violáceos y palos borrachos; o disfrutar de los hermosos atardeceres con una tranquila cabalgata.