Prueba irrefutable del pasado cálido, húmedo y pleno de vegetación de la Patagonia, el bosque petrificado La Leona se halla resguardado en tierras de una estancia particular.
Ambiente tan inhóspito como deslumbrante, todo el recorrido va descubriendo ante la mirada del expedicionario las maravillosas imágenes naturales de esta región del mundo, mientras una mezcla de inmensidad y satisfacción se apodera de sus sentidos.
En el marco de una depresión natural del terreno, la cual abarca unas 800 hectáreas, la búsqueda de los troncos petrificados culmina cuando, guarecidos por las laderas del cerro Los Hornos, se los encuentra tendidos, enormes y magníficos.
El espacio también resguarda otros tipos de fósiles convirtiéndose en un centro de atracción de antropólogos, geólogos y paleontólogos. Restos de vértebras y huesos de posibles animales prehistóricos que aún no han sido analizados e identificados, suman misterio e intriga a este apasionante atractivo patagónico, de visita inomitible para cualquier viajero dispuesto a conocer las bellezas de El Calafate.
Se llega hasta el bosque petrificado partiendo desde la ciudad de El Calafate por Ruta Provincial Nº 5 hacia el este, y desviándose luego hacia el norte por la mística Ruta 40. Se pasará entonces por el parador La Leona, debiendo seguirse un camino alternativo al oeste. Desde allí se recorren otros 10 Kilómetros hasta el faldeo del Cerro Los Hornos.
La distancia total es de 110 Kilómetros.