Callecitas empedradas invitan a realizar un viaje en el tiempo emocionante por Valle Grande. Localidad tricentenaria del norte argentino, permite admirar la arquitectura de otros tiempos en su pintoresca Iglesia y en una antigua casona que fueran erigidas cuando la actividad minera le brindó dinamismo a la región.

En la actualidad sus habitantes se dedican a la agricultura y la ganadería. Los campos a más de 3000 metros de altura son recorridos por llamas, ovejas y cabras que buscan su alimento; o cubiertos con cultivos de manzanas, duraznos y ciruelas que rompen con la aridez rojiza del paisaje montañoso.

Una fecha particular para visitarla es el 15 de agosto, cuando se celebra la Fiesta Patronal de la Virgen de Canchillas. El pueblo se viste de fiesta con coloridos banderines mientras la música y la alegría de la cultura norteña se va adueñando de sus calles. Un espectáculo bien norteño dónde la danza se ejecuta al ritmo del sonido de los sikus y los instrumentos de viento.

Si el visitante desea recorrer los imponentes paisajes puede disfrutar de una travesía hasta algunos de los parajes cercanos: Oratorio, Timón Cruz, Hormillos, Puesto Grande son algunos de ellos. Piscuno se ubica al este y es atravesado por el límite con el país vecino de Bolivia.