Espléndido espejo de agua de pocos metros de profundidad, la Laguna Escondida brota oculta entre las montañas, una de las cuales se asemeja a una pirámide. Se llega a ella únicamente tras varias horas de recorrido a pie o a caballo, siempre acompañados por guías vaqueanos de la zona.
Previamente se habrá logrado una impresionante vista panorámica de toda la villa desde un mirador natural de excelente ubicación.
El recorrido parte de la Plaza Leocadio Paz en dirección noroeste, bordendo las ascendentes márgenes del Río Chulca.