Cerros, ríos y parajes intramontanos pintan el cuadro fisonómico del Valle de Choromoros, territorio tucumano donde el verano puede disfrutarse sin excepciones, y donde las estaciones frías invitan a la contemplación de deslumbrantes bellezas.
Sitios históricos y culturales; ambientes naturales dispuestos para el deleite del turista; expediciones desafiantes; aire libre y opciones recreativas; cada propuesta arriesgada por las villas integrantes del Valle de Choromoros, resulta de ineludible encanto para el excursionista.
Hito de la historia tucumana y argentina, la apacible Trancas fue escenario de algunos de los hechos más resonantes del proceso de independencia. De aquella Vieja Villa sólo queda hoy en pié el Templo del Sagrado Corazón, en cuyo muro fue fusilado Bernabé Araoz, y en cuyo interior fue bautizada la célebre escultora Lola Mora.
Unos kilómetros hacia el norte de Trancas se conserva el “Pozo del Pescado”, una fuente considerada milagrosa ya que fue allí donde Francisco Solano hizo brotar agua para saciar la sed de sus seguidores.
Desde Trancas, 24Kms. al oeste por la RP 311, se arriba a San Pedro de Colalao, agradable villa de veraneo que cuenta con hoteles y camping con servicios.
Villa rodeada de imponentes estancias y cruzada por dos característicos ríos de montaña, el Tipas y el Tacanas, San Pedro de Colalao es considerada uno de los primeros centros turísticos de la provincia.
Es posible encontrar en su territorio yacimientos arqueológicos correspondientes a las culturas Ayampitin, Ampajango y Candelaria, en sus etapas temprana, media y tardía.
Su clima moderado posibilita el disfrute de vacaciones veraniegas a pleno sol, con noches frescas, ideales para actividades de campamentismo, cabalgatas, trekking y turismo activo. En invierno las lluvias son escasas y las altas cumbres brindan un agradable espectáculo, especialmente cuando amanecen nevadas.
Cuenta con numerosos atractivos en sus alrededores, como ser la Gruta de Lourdes.
San Pedro de Colalao se sitúa 93Kms. hacia el norte de la capital, por RN 9 y RP 311.
Pintoresco caserío inserto en un marco montañoso, Hualinchay ostenta en el noroeste tucumano un encantador camping acondicionado con piletas alimentadas por agua de montaña, que lo torna más que propicio para disfrutar de jornadas veraniegas.
Una de las propuestas más tentadoras de esta población, consiste en lanzarse a pie o a caballo por la huella que une Hualinchay con la localidad de Colalao del Valle. Dista 18 Kilómetros de San Pedro de Colalao, localidad a la que accede hacia el noreste, por RP 352 y RP 311.