Destino de una excursión orientada a los jóvenes y a los amantes del trekking, los Cerros Monje y Negro aparecen como punto final de un apasionante recorrido que además hace de mirador hacia fascinantes paisajes.
El trayecto inicia en cercanías a la oficina de Turismo llevando al caminante a internarse en la frondosa sombra de un sinfín de árboles. Luego de un par de horas, el bosque alto quedará atrás y se comenzará a transitar entre ñires arrastrados descubriendo las primeras estribaciones del cerro Negro. El suelo se hará más desértico, y a partir de allí, comenzará la última etapa de ascenso, que finaliza en las torres del cerro.
Se alcanzará así un espléndido lugar desde el cual observar importantes formaciones montañosas de la región: Volcán Lanín y Cerro Tronador.
Recomendación: avisar al guardaparques que se realizará esta excursión.