Brotada de naturaleza y perfeccionada por construcciones del hombre,
Las Rabonas aparece entre las sierras casi privilegiada con límpidos cursos de agua. Una cálida opción para vivir el verano en
Traslasierra.
Murallas naturales enmarcan el luminoso paisaje de
Las Rabonas; un pequeño pueblo que se alza colmado por la serenidad típica de las aldeas de montaña, y que da lugar a una placentera estadía completando el
Circuito de Traslasierra con colores radiantes y extensas playas.
Dividida en dos, la pequeña población de
Las Rabonas presenta al sur la sección más céntrica y al norte el
Parque Tajamar; a su vez la Ruta 14 la cruza dejando el valle al oeste y la montaña al este; cada sector con sus características distintivas, lo que conforma una mixtura de paisajes contrastantes que hechizan la mirada.
El espléndido
Lago La Viña baña las costas de Las Rabonas con sus límpidas aguas, ideales para la pesca de pejerrey y la práctica de deportes náuticos; mientras uno de los embalses más grandes de Sudamérica, el
Dique Ing. Medina Allende -también conocido como Dique La Viña-, permite apasionantes safaris fotográficos desde su majestuosa vista panorámica que abarca enormes dimensiones del valle.
Encantadora, refrescante, serena,
Las Rabonas invita al descanso y al disfrute de sus mágicas playas. Una parada obligada en el recorrido por las maravillas serranas.
Historia de Las Rabonas
Las Rabonas, como el común de los pueblos del
Valle de Traslasierra, no encuentra en su historia ni planificación ni fecha de fundación oficial. Simplemente se formó a partir de la llegada de distintas familias que decidieron instalarse en el lugar.
Los Funes fueron los primeros dueños de la
Estancia Tajamar, situada al sudeste del pueblo. Originalmente abarcaba grandes extensiones de tierra que con el tiempo se irían reduciendo. Así, en la década del ‘30, en concordancia con la construcción del
Embalse Medina Allende, el sector de la estancia lindante con el nuevo espejo de agua, fue subdividido en pequeñas parcelas y se diseñó una urbanización que incluía usina eléctrica, viveros, agua potable, teléfono, etc. Pero el proyecto nunca fue concretado en su total magnitud, muchas parcelas vendidas a extranjeros quedaron a medio construir.
A la zona comprendida por
Las Rabonas y Los Hornillos llegaron, hacia mediados del siglo XX, muchos inmigrantes europeos, algunos de los cuales fundaron las primeras hosterías.