Perfecta articulación entre naturaleza y urbanismo, cautivando con su oferta de playas y balnearios enmarcados por paisajes de incomparable belleza. Tranquilidad, adrenalina, renovación, disfrute y diversión.
Especialmente indicada para disfrutar durante la época estival, sus postales costeras también son elegidas por los visitantes que llegan a este rinconcito de ensueño anhelando deleitarse con jornadas de pesca.
Turismo de estancia en establecimientos rurales; pesca en la laguna La Salada Grande; avistaje de aves; safaris fotográficos por los fascinantes paisajes carilenses; conforman una propuesta alternativa de la veraniega Cariló.
La historia de Cariló comenzaría por el año 1835, momento en que Don Félix de Álzaga recibe estos terrenos de Juan Manuel de Rosas, por haber sido jefe del Regimiento "El Restaurador".
Dueño de un escenario apasionante que atrapa a los amantes de esta disciplina, el Golf Club Cariló despliega sus extensos greens en un marco de verdes bosques de pinos.