Transitando los alrededores de El Chaltén, los tesoros naturales no se hacen esperar: el mágico Lago Viedma es uno de ellos y espera ser descubierto a pocos kilómetros. Un paseo lacustre es la mejor alternativa para conocer este espejo de agua que depara un sinfín de sorpresas a medida que la embarcación va recorriendo sus 80 kilómetros de longitud y sus 15 de ancho.
Sus costas se van modificando, regalando paisajes encantadores que exponen los tonos amarronados de las formaciones pétreas y se van mezclando con tonalidades más claras que anuncian la llegada de los imponentes bloques de hielo: en el extremo oeste el Glaciar Viedma se eleva 40 metros sobre el nivel del agua regalando la belleza de sus témpanos y una blancura celestina única, que sorprende a todos sus admiradores. Quines deseen entrar en contacto directo con este gigante podrán disfrutar de un Trekking guiado, que permite observar muy de cerca grietas; sumideros, y cuevas.
Además de este ineludible atractivo, durante el recorrido el visitante se encontrará con aguas cristalinas y puras; especies autóctonas de la flora y la fauna de esta región; serenidad pura de montaña; y toda la magnificencia de los paisajes patagónicos.
El Lago Viedma nace sobre la Cordillera de los Andes pero su sección oriental se asienta sobre las comarcas subandinas. Desemboca en el Río Santa Cruz, que atraviesa toda la provincia para luego volcar todo su torrente en el Océano Atlántico.