Al centro-oeste de la provincia de Santa Cruz, entre los paisajes montañosos de la Cordillera de los Andes que empiezan a asomar, Hipólito Yrigoyen propone dejarse llevar por el apacible entorno y alcanzar el ansiado relax, o también moverse con propuestas que desafían su intrincado relieve.

Doscientos habitantes conforman esta joven comunidad patagónica que se abre paso entre hermosos lagos de aguas cristalinas. Calles anchas, con algunas coníferas, permiten recorrer el pequeño pueblo admirando la Iglesia; la Plaza Principal y todos sus encantos, deleitándose con la amabilidad de los lugareños.

Rodeado por imponentes cerros, que se elevan como queriendo alcanzar el cielo, convoca a los amantes de la adrenalina y la aventura a través de propuestas que tienen como objetivo alcanzar las gélidas cumbres, que se mantienen blancas durante todo el año. Escalada y trekking son las alternativas más emocionantes que este rincón santacruceño ofrece para empaparse con la versatilidad y la hermosura de sus paisajes.

Destino codiciado por los amantes de la pesca, brinda la posibilidad de practicar esta disciplina en ríos y lagos. Bajo diferentes modalidades, las truchas serán el mejor regalo para los pescadores.