Escondida entre la cordillera de los Andes y la del Viento,
Huinganco es un tranquilo paraje patagónico ubicado
a 6 kilómetros de Andacollo y
a 61 de Chos Malal. A 1200 metros sobre el nivel del mar, muestra un hermoso bricolage conformado por cerros, fértiles valles y arroyos serpenteantes que le brindan el toque final a sus increíbles paisajes.
Jardín del Neuquén”, es otra de sus denominaciones a la cual hace honor esta localidad neuquina: inmersa en un bosque de pinos que se cultiva desde 1964, se matiza con cerezos, guindas y alamedas brindándole colores peculiares dignos de un jardín. Entre estas tonalidades, sus calles guían al visitante para descubrir todos sus encantos: las delicias y las obras de arte de los lugareños se descubren en la
Fábrica de Dulces Regionales y en la
Cabaña de los Artesanos; el
Museo del Árbol y la Madera sorprende con sus troncos petrificados, diferentes tipos de madera y añejos ciprés; el
Vivero Provincial Huingan-có conserva las especies nativas de estas tierras.
Pero esto no es todo, preparada para recibir al turista despliega una
oferta en alojamientos que incluye
hoteles, cabañas, hosterías, residenciales y camping que satisfacen todos los gustos y necesidades. Para degustar exquisitos platos, una
Parrilla y un
Restaurante son los mejores lugares.
Con un entorno natural imperdible, las actividades al
aire libre son una de las mejores excusas para visitar Huinganco:
cabalgatas que recorren las formaciones montañosas regalando las mejores vistas panorámicas;
safaris fotográficos que inmortalizan la perfecta combinación de la flora y fauna de la estepa patagónica;
travesías en bicicletas;
trekking por las laderas de los cerros admirando el verde de los valles y el azul de los ríos, son algunas de las opciones para disfrutar con todos los sentidos.