En la “Tacita de Plata”, como suele denominarse a San Salvador de Jujuy, los visitantes pueden experimentar tres circuitos turísticos diferentes aunque sumidos en la misma realidad. Misticismo, aprendizaje, contemplación y disfrute se conjugan en esta ciudad para tornarla un sitio de ensueño donde vacacionar es más que un placer.
Imagen - Secretaría de Turismo de la Nación
El circuito religioso está constituido por una visita a la Iglesia Catedral, en cuyo interior puede observarse una figura en yeso del Cristo Yacente, y un púlpito de cedro y ñandubay laminado en oro; recorridos por diversos templos; y admiración del Cristo de la Hermandad, tallado en una pieza única de tipa por el artista chileno Luis Sissara.
El circuito cultural parte de la Casa de Gobierno, ubicada frente a la Plaza Belgrano, que exhibe su estilo francés, para luego dirigirse hacia el Salón de la Bandera bellamente ornamentado, no sin antes maravillarse con las esculturas en mármol realizadas por la artista tucumana Lola Mora en 1906. El Museo Histórico Provincial y el Museo Arqueológico completan este recorrido que ningún apasionado por el arte y la cultura puede perderse la oportunidad de experimentar.
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El circuito paisajístico y natural presenta paseos por los alrededores de San Salvador de Jujuy, permitiendo acceder a diversos diques como Los Alisos, situado a 17 Kilómetros, y La Cienaga y Las Maderas, emplazados en la ciudad de El Carmen. A pocos kilómetros de distancia de la capital provincial, las encantadoras Lagunas de Yala, y las mágicas Termas de Reyes, constituyen otras paradas obligadas para los amantes del aire libre.
