Al límite con Bolivia se alza La Quiaca, vestida con colores vivos, y habitada por coyas, etnia heredera de los habitantes originarios del noroeste. Esta localidad del norte de Jujuy, Argentina, preparada con todos los servicios necesarios para la comodidad del visitante, ha obtenido la categorización como principal centro urbano de la región, y recibe durante todo el año la afluencia de turistas de las más diversas procedencias.
Imagen - Secretaría de Turismo de la Nación
Integrante destacado del imponente Circuito de la Puna, La Quiaca presenta un admirable paisaje puneño perfeccionado con infraestructura turística e increíbles excursiones que permiten conocer hasta el último rincón y maravillarse con sus bellezas naturales y culturales. Enmarcado por cerros y constituido por suelos áridos, este poblado seduce a los visitantes atrayéndolos hacia un fuerte encuentro con la cultura milenaria que sigue vigente entre sus límites.
Sus tradicionales y atractivas fiestas en adoración a la Pachamama –madre tierra-, le han merecido el reconocimiento internacional, constituyendo la razón perfecta para dirigirse hacia el norte en una fecha precisa y alargar la estadía en indescriptibles recorridos. Entre estas celebraciones es destacable la “Fiesta de las Ollas” que se desarrolla cada octubre, donde abundan las comidas típicas, la música y el baile, y donde el trueque se convierte en un modo de relación intercultural.
La Quiaca es guía también en actividades naturales como montañismo y otros deportes de riesgo, así como en apacibles avistajes de flora y fauna en la Laguna de los Pozuelos. Aire puro, paisajes rústicos pero capaces de cargar de energía a quienes se detienen a observarlos, tranquilidad y por sobre todo cultura, esta pequeña localidad norteña es una opción imperdible para el turista que se encuentra siempre en la búsqueda de algo diferente.