Las Ovejas es un tranquilo pueblo patagónico que invita a relajarse disfrutando de su belleza paisajística. Arroyos que circulan por los declives y valles; cumbres que se tapizan con un manto blanco, y variadas aves sobrevolando el paisaje conforman una postal única imposible de resistir.

Con actividades para todos los gustos, también es un destino que convoca a los amantes de la aventura y el contacto con la naturaleza. Excursiones que se dirigen a diferentes puntos del norte neuquino proponen dejarse llevar por el ambiente patagónico y deleitarse, a cada paso, con el silencio imponente de esta región montañosa.

El ascenso al Volcán Domuyo es una de las propuestas más atrapantes: elevándose a 4709 metros de altura, es el techo de la Patagonia. Para quienes emprendan esta expedición las sorpresas son muchas: caminos estrechos que se dibujan a la vera de barrancos y precipios; vistas panorámicas que sólo se obtienen desde estas alturas; para culminar en medio de un espectáculo en dónde aguas hirvientes y geíseres se llevan todas las miradas.

Otra opción igual de emocionante es la visita a los Petroglifos de Colo Michico: el trekking suma en esta ocasión la ansiedad por llegar a estos campos esparcidos con alrededor de 600 piedras estampadas con dibujos y formas geométricas. Estas obras de arte ubicadas a 1890 metros sobre el nivel del mar se transforman en el yacimiento de petroglifos más importante de América. Es ideal para recorrer en una obnubilante caminata.