Rodeada de cultivos y alamedas que colorean el paisaje, la ciudad de Los Antiguos surge en el extremo noroeste de la provincia de Santa Cruz, a orillas del inmenso Lago Buenos Aires. Pintoresca, seductora y colmada de naturaleza, esta fértil villa invita a descubrir sus bellezas disfrutando de un extraño clima templado.
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Producto de la compleja geografía cordillerana, Los Antiguos aparece como el punto de conjunción en el que un microclima muy particular combina vegetación de estepa con zonas boscosas, y traza a la vez los trayectos de los ríos Los Antiguos y Jeinimeni, fieles abastecedores del espejo de agua más grande de la Patagonia, el Lago Buenos Aires. Así de variado y natural, este valle se asemeja a un bricolage paisajístico donde la mirada no alcanza a abarcar la belleza que se exhibe ante sí.
Y si de multiplicidad de panoramas se trata, no existe muestra mejor que la excursión de Monte Zeballos. Fascinante y solitario recorrido por el camino más alto de la provincia de Santa Cruz, que se extiende a lo largo de 160 kilómetros, bordeando el límite con Chile, atravesando numerosos y magníficos espacios, y llegando a una altura de 1500 msnm, para finalizar con un gran descenso por los lagos Columna, Posadas y Pueyrredón.
Con ese mismo encanto sorpresivo, la ciudad de Los Antiguos abre las tranqueras de sus chacras permitiendo a los visitantes apreciar el trabajo de la cosecha, degustar sus múltiples frutos y recetas, y adquirir deliciosos dulces, licores artesanales, escabeches y conservas caseras. Cada una con su atractivo particular, y atendidas por sus propios dueños, las chacras constituyen el eje turístico de la Capital de la Cereza.
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Encantadoras e imponentes vistas panorámicas, y un parque que protege diversas especies de flora y fauna, entre las que es válido nombrar un espléndido pinar y encantadoras lagunas costeras que albergan garzas, patos, chorlos, flamencos y cisnes de cuello negro; completan la cartelera turística de Los Antiguos sin agotar sus detalles.
Trekking, avistajes, safaris fotográficos, participación en tareas rurales, y sobre todo pesca deportiva, integran la propuesta activa de esta adorable ciudad patagónica. Un sitio más que ideal para agasajarse con unas apacibles y renovadoras vacaciones.