Fascinante combinación de naturaleza, cultura, misterio y pasado, este lugar de ensueño declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad, se preserva a 163 kilómetros de la localidad de Perito Moreno, atrayendo infinidad de turistas hacia las cuevas y alerones que saludan desde sus paredes con las manos pintadas.
El Río Pinturas nace sobre la inmensa meseta basáltica del Lago Buenos Aires, discurriendo con dirección este hacia la solitaria estepa patagónica. En cercanías a la meseta de Sumich, penetra en la profunda falla geológica partiendo en dos la estructura de la tierra y transitando humildemente el cañadón. Miles de años de deshielo fueron los propulsores de esta erosión creativa que hoy constituye uno de los más apasionantes atractivos de la provincia de Santa Cruz.
En ese marco, la Cueva de las Manos se alza majestuosa como vivo testimonio de los cazadores prehistóricos que habitaron la región hace más de 10 mil años. Un silencio profundo, casi materializado en los colores ocres y rojizos que pintan el ambiente, y una sensación misteriosa, inexplicable, caracterizan este paisaje permitiéndole conservar a través del tiempo su misticismo y encanto.
Para llegar a este espacio mágico, se parte de la localidad de Perito Moreno hacia el sur, por Ruta Nacional Nº 40, y luego de recorrer unos 120 kilómetros, se gira a la izquierda tomando Ruta Provincial Nº 97 que conduce a destino.