Caracterizada por poseer una amplia franja costera sobre el río Paraná, la ciudad de Posadas seduce a los pescadores con el extenso listado de especies itícolas y la irrechazable invitación a participar de uno de los concursos de pesca más famosos de la Mesopotamia: las Veinte Horas, celebrado cada año en el mes de septiembre y consagrado por su importante convocatoria internacional.
La ubicación de la capital de Misiones entre las represas Yaciretá e Itapú, provocó una larga ausencia de los peces deportivos en todo el Paraná misionero, los que han ido reapareciendo poco a poco en cardúmenes que desafían el ascenso.
Otros peces, en cambio, se adaptaron a las aguas más lentas y hasta lograron nacer y crecer en el lago artificial del dique sureño, cuya cota ya alcanzó Posadas. Este es el caso de las bogas, el bagre coví, apretadores, armados, rayas, virreinas y ojudos.
En los pesqueros que rodean al Club de Pesca de Posadas, es posible capturar bogas de muy buen porte, y con sólo hacer unas modificaciones al aparejo, también otras especies de variada de río.
Algunos de los pesqueros próximos a Posadas son la Isla Cañete, el Nemesio Parma, la Isla Pindoí, la boca del San Juan, y aguas abajo del Ombú.
Pesca de bogas
La boga es una especie muy buscada, se pesca con la embarcación anclada y utilizando como carnada lombriz de tierra, morenita, mojarra, salamín, corazón de vaca, cáscara de naranja o durazno.
Pesca de tarariras
El pique de tarariras, así como de los boca amarga, es más seguro en la zona de camalotes y palos hundidos, sin necesidad de alejarse demasiado de la ciudad de Posadas. La modalidad más atractiva para su captura son el spinning y el fly cast.