Avistada por primera vez en 1520, durante una de las expediciones de Magallanes, la zona de Puerto Deseado sería denominada en la oportunidad
Bahía de los Trabajos Forzosos.
En
1586, el lugar pasaría a conocerse como
Deseado, convirtiéndose en recalada de infinidad de expediciones. No obstante, el asentamiento permanente de este pedacito santacruceño comenzaría a vislumbrarse recién en 1884, momento en que el capitán Antonio Oneto arribara a estas costas con el objetivo de fundar una
colonia.
Finalmente en 1905 quedaría emplazada la traza de
Puerto Deseado tal como es hoy.