Cumbres nevadas, paisajes inmaculados, ascensos en aerosillas y teleféricos, adrenalina corriendo por las venas desde la base de los cerros: nada hay más característico de Río Negro que sus apasionantes centros invernales; esos complejos recreativos donde las vacaciones adquieren el nivel ideal de despreocupación, libertad y diversión.
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Situada al sudoeste de la provincia de Río Negro, y engalanada por las magníficas aguas del Lago Nahuel Huapi, la ciudad de San Carlos de Bariloche aparece como el destino turístico más elegido de la región. En ella existen al menos dos importantes centros invernales, los cuales ofrecen, además de la belleza de sus paisajes y perspectivas, incomparables servicios y la más amplia cartelera deportiva.
Centros invernales
Típica postal de los fríos atractivos de Bariloche, el Cerro Catedral constituye el mayor receptor turístico de la zona en época de esquí. Cientos de hectáreas de laderas esquiables; kilómetros de pistas variables entre fáciles, intermedias y avanzadas; 40 medios de elevación; y las más apasionantes vistas panorámicas; este complejo atrae permanentemente a amantes de los deportes blancos, así como a todo excursionista que llega hasta estas distantes regiones en busca de emoción, naturaleza y adrenalina. Conocer el cerro en toda su extensión a bordo de vehículos todo terreno, montados en motos de nieve, o caminando con raquetas en los pies, son otras de las opciones que permiten asegurar el disfrute pleno en este espectacular espacio.
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Tan majestuoso e imponente como el anterior, el Cerro Otto presenta una cartelera inagotable que se extiende desde el máximo relax de los paseos hasta la extrema adrenalina de la aventura. Entretenidas actividades, entre las que destacan senderismo, mountain bike, escalada en roca, paseos en trineo, esquí, vuelos en parapente, trekking, integran esta incomparable propuesta. Pero aún hay algo más, por el mismo camino de acceso al cerro, recorriendo 9 kilómetros, sobre la ladera norte, se llega al Complejo Invernal Piedras Blancas, sus 6 hectáreas de pendiente especiales para la práctica de esquí alpino, y sus 15 kilómetros de pistas recomendadas para inexpertos, iniciantes y aficionados al esquí nórdico.
Más al sur aún, pueden vislumbrarse la ciudad de El Bolsón y el Cerro Perito Moreno que la custodia desde las alturas. Allí se practican deportes invernales como esquí convencional, esquí de travesía, snowboard y trekking, además de otras actividades relacionadas con la montaña: juegos de nieve, trineos, mountain bike. Este centro invernal se encuentra en pleno desarrollo, sin embargo su cálido y sencillo ambiente, ideal para disfrutar de momentos inolvidables en familia, ya lo ha convertido en uno de los espacios rionegrinos más reconocidos por los turistas aventureros de los paraísos fríos y blancos.
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Pistas excepcionales, alquiler de equipos de excelente calidad, excursiones programadas, escuelas de esquí para todos los niveles, nadie puede irse de Río Negro sin experimentar la vivencia inigualable de lanzarse por los entornos nevados dejándose llenar por sensaciones de plenitud.