Ruta de los Acantilados, Río Negro
Ruta de los Acantilados, Provincia de Rio Negro, Argentina
Ruta de los Acantilados
Uniendo la ciudad de Viedma con el fascinante destino de Puerto San Antonio Este, la Ruta Provincial Nº1, o también conocida como Ruta de los Acantilados, va bordeando el litoral atlántico rionegrino para regalar un sinfín de sorpresas naturales que son sobrada excusa para emprender este recorrido.
Transitarla implica estar siempre atento a las postales únicas que va ofreciendo: un mar azul intenso que se confunde con el cielo se observa en toda su expresión desde imponentes acantilados que promedian los 50 metros de altura. Estos accidentes del relieve dan cuenta en sus estratos de las diversos sucesos geológicos de los últimos 13 millones de años, y también permiten admirar fósiles marinos milenarios.
Emprendiendo este itinerario de este a oeste, los sitios que no podes dejar de visitar son:
Balneario El Cóndor
Allí dónde el río Negro se une con el océano, a 30 kilómetros de Viedma, y tomando el nombre de un barco que chocó sobre las rocas de estas costas, invita a deleitarse con extensas playas de arenas blancas que culminan en esos bordes de la meseta patagónica que caen verticalmente al mar. Cuenta con todos los servicios necesarios para disfrutar a pleno de un día de playa que también puede incluir la práctica de una gran diversidad de
deportes náuticos y la posibilidad de avistar la mayor
colonia de loros del mundo.
Playa Bonita
A 19 kilómetros del Balneario El Cóndor, y a 49 de Viedma, una impresionante bajada se abre entre los acantilados permitiendo admirar muy de cerca los diferentes estratos geológicos y conduciendo a un sector de playas únicas. Arenas de extrema blancura y aguas siempre cristalinas son el tesoro más preciado de este rinconcito rionegrino.
Balneario La Lobería
A 11 kilómetros de Playa Bonita, y a 60 de Viedma, otro balneario espera la llegada de los visitantes para regalar toda su belleza natural sin pedir nada a cambio. Combinando acantilados, aves marinas, y aguas azulinas, tiene como particularidad que durante la bajamar regla
piletones naturales socavados en las rocas por el mar. Ofrece servicios como
playa de estacionamiento, restaurante, camping, baños y teléfono semipúblico.
Reserva Provincial Punta Bermeja
A tres kilómetros del Balneario La Lobería, y a 63 de Viedma, esta reserva creada en 1971 invita a emprender un paseo, a través de pasarelas que se ubican sobre los acantilados, para admirar una fascinante
colonia de lobos marinos de un pelo. Quienes deseen conocer más sobre la forma de vida de estos animales podrán visitar en el lugar el
Centro de Interpretación Faunística y disfrutar de las explicaciones de los guardafaunas.
A estas propuestas se suman los
avistajes de otras especies autóctonas como la paloma antártica, cormoranes, gaviotas, gaviotines y loros barranqueros. Esporádicamente también se pueden observar orcas, ballenas, delfines y elefantes marinos.
Bahía Rosas
A 12 kilómetros de la Reserva Provincial Punta Bermeja, y a 75 de Viedma, aparece un conjunto de playas no aptas para bañistas pero que atrapan a los amantes de la
pesca deportiva. En este rincón patagónico, los médanos son los protagonistas ya que si bien no tienen gran altura alcanzan los 200 metros de ancho regalando paisajes diferentes a los que el visitante venía acostumbrado.
Otra de las sorpresas la constituyen los restos del vapor chileno Ludovico, que arribó a estas costas en 1916 tras sufrir problemas mecánicos.
Bahía Creek
A 45 kilómetros de Bahía Rosas, y a 120 de Viedma, las postales comienzan a suavizarse regalando un conjunto de playas con acantilados menos pronunciados y salpicadas por médanos. Un puñado de casitas de fin de semana dan cuenta de aquellos visitantes que se dejan atrapar por la tranquilidad intrínseca de este lugar de la Patagonia argentina. Con poca infraestructura, resulta ideal para los amantes de los destinos vírgenes y la naturaleza pura.
Caleta de los Loros
A 10 kilómetros de Bahía Creek, y a 65 de Puerto San Antonio Este, este sitio está dedicado a la conservación de la avifauna autóctona ya que es un Área Natural Protegida, declarada “Reserva Natural de Usos Múltiples”. En estas latitudes, el relieve deja atrás los agrestes acantilados para transformarlos en accidentes geográficos menos perceptibles y regalar la famosa caleta que invita al mar a ingresar tierra adentro. El paisaje se completa con sectores de playa y algunos médanos.
Los restos del velero Mary Jane, hundido en estas aguas a fines del siglo XIX, se suma a los atractivos que ofrece esta zona convocando principalmente a los amantes del buceo.
Punta Mejillón
A 28 kilómetros de la Caleta de los Loros, y marcando el final de la Ruta de los Acantilados, emerge el último balneario de este itinerario rionegrino. Conocido también como Pozo Salado, se caracteriza por regalar nuevamente playas de extensas arenas y resguardadas por solemnes acantilados. El viajero podrá encontrarse con algunas viviendas particulares, que no alteran la armonía del paisaje; bosques de tamariscos; y una pequeña colonia de lobos marinos.
Continuando desde aquí por la Ruta Provincial Nº 1, y luego tomando la Ruta Nacional Nº 251, se llega a la comunidad de
Puerto San Antonio Este.