Cabañas en San Marcos Sierra
Pasaje Demetrio Antoniavis S / N
Córdoba Y Sarmiento
San Martín 1.600
Velez Sarsfield 850
Bella Luna Posadas & Suites
Antoniadis Nº 8
Capital de la miel… lugar sin tiempos… sitio en equilibrio con la naturaleza,
San Marcos Sierras aparece hacia el final del
Valle de Punilla atrapando a los turistas con sus calles de tierra, su apariencia rústica y sus aires de libertad incondicional. Con una propuesta turística que se despliega entre sierras y llanos, asegura al visitante una estadía sin igual.
En
San Marcos, un pueblo sereno enclavado entre los ríos y las serranías, no hay estaciones de servicio ni cajeros automáticos ni semáforos ni apuros; en tanto una ordenanza municipal prohíbe la instalación de whiskerías, cabarets o boliches bailables. Todo es natural, distendido y agradable, y va por cuenta del visitante el nivel de actividad que esté dispuesto a brindarse.
La
Plaza del Cacique Tulián ubicada en el centro del poblado; recintos culturales como el
Museo Rumi Huasi y el colorido
Museo Hippie; el sitio sagrado comechingón conocido como
Casa de Piedra; la
Feria de Artesanos; los cerros y los diques estampan su atractivo en la cartelera de San Marcos Sierra.
Entre las actividades que se ofrecen destacan el
Festival de la Miel, que se desarrolla cada año en el mes de febrero; la contemplación y adquisición de productos regionales; la admiración de vistas panorámicas por caminos de cornisa; el deleite en el marco natural de los balnearios sobre el
río Quilpo; la visita a establecimientos apícolas; y el disfrute de una sensación de tranquilidad inexistente en otro espacio.
Historia de San Marcos Sierras
Tierras de comechingones y sanavirones, el primer propietario expropiador de la
Estancia San Marcos Sierras fue Jerónimo de Bustamante.
Cuando éste murió, sus bienes pasaron a manos de Alonso Luján Medina, iniciando entonces San Marcos una etapa de gran prosperidad basada en la plantación de árboles frutales y la construcción de un molino para el riego de los mismos.
Pero tras el fallecimiento de Luján Medina, quien no deja sucesores, la estancia queda sumida en un estado de abandono que resultará contrastante con el proceso de aceleramiento constructivo de la capilla del pueblo, situación que marcará la historia de modo tal que en el futuro aquel año será tomado como el de la
fundación del poblado.
El gobernador intendente español, Marqués de Sobremonte, distribuirá entonces algunas tierras entre los aborígenes, y en
1806, el cacique Tulián se apoderará de la estancia dándose el atípico caso de que las tierras usurpadas por los conquistadores son devueltas a sus dueños originarios.
Con el tiempo, las inmigraciones europeas y la multiplicidad de culturas enriquecerían a
San Marcos Sierras, haciéndolo cada vez más atractivo.