Tierra de gauchos, tradición y tranquilidad,
La Caldera aparece hacia el norte de la ciudad de
Salta luciendo orgulloso sus privilegios turísticos. Enclavado en el
Valle de Lerma, en el punto medio de un camino de cornisa que conduce desde esta provincia hacia la de Jujuy, este poblado sorprende gratamente con su mezcla de cultura y naturaleza.
La Caldera ostenta sus calles simples y frondosamente arboladas, mientras el fondo del paisaje lo trazan el cielo siempre azul, y los cerros verdes que hacen de marco natural a la monumental imagen del
Cristo Penitente.
Un
río que repite su nombre corre a la vera de
La Caldera sumando atractivo y posibilidades recreativas a la cartelera de este pintoresco poblado cuya imagen arquitectónica remite al Siglo XIX, lo que puede observarse transitando el
casco histórico extendido a ambos lados de la calle principal General Güemes, con sus viviendas de estilo rural y sus típicas galerías orientadas a la calle.
Alternativa ideal para quienes prefieren distanciarse del urbanismo de la ciudad capital en busca de la apacibilidad relajante de un sitio donde la estadía no carezca de la más afortunada comodidad,
La Caldera invita a conocer su territorio, y a disfrutar sin preocupaciones de su maravilloso entorno, en el cual destaca por sus condiciones y propuestas el
Dique Campo Alegre.