Emblemático de Mar del Plata, el puerto es uno de los paseos obligados para quien visita la ciudad. Tan característico como las gaviotas, las lanchas pesqueras, las redes, la gastronomía a base de pescado, y las playas colmadas de turistas, este espacio es un centro de atracción para las cámaras fotográficas y ha recorrido el mundo como postal.
Pasear por la escollera sur, la cual se interna tres kilómetros en el mar, conociendo la colonia de lobos marinos que habita el sector, constituye un atractivo tan imperdible como el singular espectáculo de amarre de las típicas embarcaciones en la banquina.
En tanto en la escollera norte puede visitarse el Museo de la Fuerza de Submarinos de la Armada Argentina, consagrado a las cinco generaciones de submarinos que pasaron por la Base Naval.
El puerto cuenta también con un Centro Comercial y Gastronómico dónde adquirir conservas de pescados, recuerdos regionales, y dónde disfrutar de exquisitos platos. En este mismo espacio funciona el Museo del Hombre del Puerto Cleto Ciocchini.
En el acceso al puerto se levanta el Monumento al Hombre de Mar y la Plazoleta Luis Piedrabuena; mientras que su área más pintoresca comienza a vislumbrarse con los clubes deportivos, astilleros, y con el imponente Elevador de Granos y su galería de embarque.
La Banquina de Pescadores coloreada por las lanchas costeras; el Monumento al Pescador; la Reserva Natural Puerto de Mar del Plata, último reducto de un sistema de lagunas y bañados costeros; el Barrio Puerto, definido por la pesca, los inmigrantes italianos y la fe religiosa; la Gruta Nuestra Señora de Lourdes, inspirada en la gruta francesa; son otros tantos de los rincones deslumbrantes del puerto que no puede dejar de conocer.