Constituida como una de las edificaciones históricas más representativas del pueblo, la Capilla Vieja fue construida por los jesuitas en el año 1784 y refaccionada un siglo después.
Se trata de una arquitectura muy valiosa en si misma, pero por sobre todas las cosas su importancia radica en el valor simbólico: fue el núcleo desde el cual se comenzó a erigir la ciudad. A partir de ladrillos de adobe y en honor a Santa Rosa, se convirtió en uno de las construcciones más añejas del Valle de Calamuchita.
En 1997 fue restaurada y pasó a llamarse Museo de Arte Religioso Santa Rosa de Lima. Así es uno de los mayores referentes de la cultura y la historia de la localidad. En su interior conserva piezas únicas como arañas de cuatro velas, los lienzos de Santos, los ángeles de seda y un crucifijo tallado en quebracho blanco por aborígenes de las misiones jesuíticas.