Antiguo lugar sagrado, utilizado por los Comechingones para la celebración de determinadas ceremonias.
Ubicado en un espacio estratégicamente pensado por los nativos, la Casa de Piedra atrapa el primer rayo del sol cuando éste aparece tras las sierras, y la luz de la luna cuando está en plenilunio, al atardecer.
Es considerado además Monumento Arqueológico por el interés cultural que revisten las pictografías que guarda.
Se lo encuentra emplazado en el alero llamado Las Playas.