El castillo fue construido entre 1900 y 1926 por el arquitecto yugoslavo Reljak y 50 picapedreros de la zona. Esta edificación feudal constituye una curiosidad arquitectónica por su particular técnica de construcción y a la vez un invalorable atractivo turístico.
Armado de la misma manera que un rompecabezas, cada piedra fue cincelada para que termine ensamblando perfectamente en otra. Durante el proceso de construcción requirió de varios cambios del diseño original.
Al principio se lo conoció como Castillo San Alberto, pero su adquisición por parte del cantante internacional Wilkins le significó la modificación de su nombre.
El castillo cuenta con una sala de té donde se puede disfrutar de exposiciones de vestuarios y pertenencias del artista. Es un lugar de encuentro donde se conjugan la música, la creatividad, la ecología y la historia.
Permanece abierto al público en las temporadas de invierno y verano, en Semana Santa y otros fines de semana festivos.