La rústica Sierra de Velasco rodea en un eterno abrazo a la capital de la provincia de La Rioja, la cual brota en el centro mismo del territorio. Paisajística, cultural y serenamente turística, la principal ciudad riojana ofrece una amplia gama de alternativas que, sumada a su clima seco, permite disfrutar durante todo el año de este magnífico destino argentino.
Imagen - Gentileza de la Secretaría de Turismo de la Provincia de La Rioja
En una permanente conjunción de elementos urbanísticos originarios y arquitectura moderna, La Rioja hace visible sus dos caras: la cultural, empeñada en conservar sus herencias y tradiciones; y la turística, dedicada especialmente al desarrollo de servicios y comodidades para el visitante. Valles, montañas, ríos y quebradas presentan además su contraste natural, atrayendo admiradores de diversas procedencias, y mostrando a la ciudad como múltiple y única a la vez.
Las más interesantes opciones en turismo contemplativo muestran a esta capital cuyana como un enorme paisaje que debe ser recorrido detenidamente para no perder detalle y lograr captar la completud de su hermosura. Verdaderas reliquias arquitectónicas y colecciones de piezas del más diverso origen en los museos, materializan la historia de la región consumando este característico circuito. Sin embargo, el turismo activo también encuentra aquí las características propicias para su desarrollo y disfrute pleno, principalmente en cabalgatas, ciclismo, alpinismo y deportes náuticos.
Atractivos de La Rioja
Las Padercitas, el Dique Los Sauces y el Cerro de La Cruz, son algunos de los fascinantes espacios riojanos que es imposible no visitar, entre otras razones, porque en ellos aventura y admiración se fusionan en sensaciones indescriptibles. Pero eso no es todo, en La Rioja el espíritu se contagia de alegría y emoción, y más aún al vivenciar sus tradicionales fiestas religiosas y populares, entre las cuales es destacable la Fiesta Nacional de la Chaya.
Árida, pero sensible a las expectativas del turista, la ciudad de La Rioja lo invita a vivir sus vacaciones, mezclando la adrenalina circunstancial, la serenidad de los paisajes y el estilo de vida de los lugareños.